martes, 6 de febrero de 2007

AL NUMERO SETTE

Respira, amigo mío, respira. Hoy te sentí, y resulta que hoy nos llamamos. Sette volte grande, todo va a salir bien. Localizaste focos de energía negativa, eliminaste posos amargos, sembraste en tierra fértil y demás guadañas: en nada podrás ver como vuelve a salir el sol. 1, 2, 3… Pisa. Uno de tantos momentos de estrabismo que provocó el llanto a carcajada limpia, Patrimonio Mundial de la Alacena.
La vida es como esta jodida torre: da la sensación que se puede venir abajo si te despistas, pero sus cimientos son fuertes y hay gente que se preocupa para que eso no suceda. Lo tienen claro si creen que van a hundirnos, no saben con quién están jugando.
Recuerda: entre arena y espuma todo sabe mucho mejor (el filtro del sonido del flujo incesante, el olor del azul verdoso a veces y una paella allí mismo), la parábola del enano lila directamente desde el cielo para nosotros y sus derivados, el 9, 10 y 19 juntos y un balón para tu corazón, asumir el paso del tiempo con un purito Reigh, T5, P4, La Mangosta China y los restos del naufragio manrusiano, esos besos que tanto te duelen pero que tanto necesitas, una abuela con la que poder ir a ver Rocky y nos dé 2,000 pesetas para la feria, unas pocas líneas que te guíen un poquillo antes de sobarte y el humo, ese humo perecedero tantas veces guadañero, por citar algunas cosas sin pasar por el refranero… ¿y qué esperabas?
Pura y larga vida, pronto brindaremos con un jackielimonata, fratello.

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